Estas navidades han sido un poco amargas, no podría decir que hayan sido malas pero tampoco fueron buenas, dado a unas circunstancias familiares en las cuales no quiero entrar.
Este parón que hemos tenido en clases, yo no la podría llamarlas vacaciones por varios motivos, ya que tener niños hace que te hagan trabajar un poco en casa, no te dejan disfrutar y las compras navideñas son un dolor de cabeza (mirar tiendas, hacer colas, gastos y muchas caminatas).
En lo único que sí he podido disfrutar estas vacaciones ha sido en ver divertirse a mis hijos con el Papa Noel y los Reyes Magos, con verles las caras de ilusión y desesperación porque llegara esos días.